Sobre el arte de la escultura

 

 

  

 

Parece ahora que los límites impuestos por los conceptos formales desarrollados hasta la segunda mitad de los ‘800, en lo que son los objetos que pueden ser considerados obras de arte y los que no, están definitivamente superados por usurpacion de l’arte moderna.

Entre las invasiónes y dinamicas caóticas, algo al fondo deberìa permanecer para permitir una distinción entre obras de arte y productos seriales . Al fondo debe quedarse un mínimo de lenguaje comun entre el artista y el espectador de arte que permite a ambos unas notas emocionales, una exploración imaginativa que lleven el alma mas allà de la “árida verdad".

Existe hoy en día, una sobreproducción de objetos artísticos. Los caminos de l’arte moderna se han convertidos en algo de demasiado vasto y tan fácil de seguir que los tiempos de producción que aquì se miran son comparables a los de la producción industrial, con toda su deshumanización. Así que, el arte que siempre tiene la función de liberar al hombre de l’ alienación impuesta por su condición de ser temporal y frágil, en la época moderna se convierte, en los ritmos de producción, similar a la actividad industrial. Mientras esto ocurría en todos los sectores artisticos, la escultura siguió un camino inverso. Aquí hablamos de escultura en el sentido Carrarese (o sea de la ciudad de Carrara patria del marmol omonimo) del término: el ser humano frente al bloque de piedra armados con herramientas "que elimina el excedente" .Quiero dicir que la esculptura, etimológicamente el arte de obtener cifras en la ronda con un objeto puntiagudo, a corte o abrasivo que corta, rasguña, astilla el material duro . En Carrara los otros, los que trabajan la arcilla o cera para fundición de bronce, son considerados modeladores no escultores.

Es difícil de transmitir la sensación de asombro, de desorientación, de inadecuación total, que se apodera de mí cuando armado de flexibles, raspadores, cinceles y soborno, voy a enfrentarme con bloques de mármol estatuario que pesan toneladas. Ya no es una cuestión de capacidad técnica en las tres dimensiones, sino que un momento profundamente existencial en lo que el escultor obliga a la piedra, dura, áspera, inerte, distante, totalmente descorazonada, a algún tipo de respuesta. La resistencia del material suele ser larga y feroz. En este arte, en la esculptura, mucho más que en las otras, no se le permite cometer errores. El riesgo de error siempre está presente, además de la imprevisibilidad de la imperfección en el bloque de mármol. Michelangelo Buonarroti después de mucho trabajo y la edad de ochenta y tres años destruiyò a martillazos la piedad de la catedral de Florencia viendo que una raya oscura en el bloque de mármol iba a coincidir con la cara de la Virgen deturpandola inexorablemente.

 

Pero ............... cuando del mármol cristalino emergen los pies de la Ninfa,…….. cuando la materia solecitada constantemente, como en el Baco, responde viva con una sonrisa, la sensación es que se tocó el punto luminico de la trascendencia.

 

 

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